martes, 3 de diciembre de 2013

COMO TRATAR LA FIBROMIALGIA DESDE EL PUNTO DE VISTA NUTRICIONAL I

La fibromialgia se considera “una enfermedad reumatológica crónica de causa desconocida” desde que así lo acordó en 1992 la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se caracteriza por un dolor difuso en gran parte del cuerpo que va acompañado de cansancio, rigidez, dolor general y trastornos del sueño, incapacitando a quien la sufre, no ya para trabajar sino para hacer vida normal.

Hoy la padecen entre un 2% y un 3% de la población pero afecta sobre todo a las mujeres y puede manifestarse a cualquier edad.

El dolor suele afectar especialmente a la parte baja de la espalda, el cuello, los hombros, las caderas, las mandíbulas, la cara y las costillas (en su unión con el esternón) pero hay otros síntomas que pueden estar presentes y empeorar aun mas la situación como dolor de cabeza, entumecimiento y rigidez muscular, alteraciones digestivas (dispepsias, síndrome de intestino irritable, etc.), sensación de hormigueo en las extremidades, aumento del síndrome premenstrual, vejiga irritable, deterioro de la coordinación y el equilibrio, problemas de memoria y concentración, mayor sensibilidad a las alergias y las intolerancias, Síndrome de Raynaud (manos frías), depresión, ansiedad y, por último, alteraciones del sueño que provocan una incapacidad diaria para recuperarse, descansar y restaurar las funciones corporales así como la reparación de los tejidos lo que empeora el día a día de estos pacientes.

En suma, se desconoce que causa la fibromialgia pero las numerosas investigaciones existentes la asocian hoy a una posible infección -vírica, bacteriana o fúngica, apuntándose especialmente a la Cándida Albicans -, a estrés emocional, a traumatismos físicos, a niveles anormales de la denominada sustancia P -un aminoácido que actúa como neurotransmisor excitador intensificando las señales del dolor-, a alteraciones genéticas, a alteraciones en el metabolismo del oxido nítrico, a hipoxia crónica, a hipotiroidismo, a parasitosis...

Su diagnostico es pues clínico ya que no se puede evidenciar la enfermedad de otra forma pero se atiende a la presencia de unos “puntos especialmente sensibles al tacto” donde los músculos presentan una sensibilidad anormal; eso si, al menos debe apreciarse dolor en 11 de los 18 puntos específicos. Requiriéndose además que haya dolor en los cuatro cuadrantes y se haya manifestado al menos durante tres meses consecutivos.

Pues bien, debemos decir que desde la perspectiva nutricional el abordaje de esta dolencia difiere mucho del habitual (antiálgicos, antidepresivos, inductores del sueño, etc.), entre otras razones porque se entiende la enfermedad de otra forma. Y no se trata solo de promover la salud y evitar el dolor con determinados nutrientes sino de entender que está sucediendo para que “salten las alarmas del dolor” porque este proporciona siempre una información que debería tenerse en consideración.


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